lunes, 22 de junio de 2015

Una cortina de humo en suspenso: Contaminación atmósferica




“Los científicos pueden plantear los problemas que afectarán al medio ambiente con base a la evidencia disponible, pero su solución no es responsabilidad de los científicos, es de toda la sociedad”.
Dr. Mario Molina

México ha sufrido grandes transformaciones a partir de la revolución industrial. Sin embargo,  no ha llegado a ser un país con industrias propias netamente, al contrario, estas empresas llegan del extranjero y se implantan en el país para adquirir mano de obra de bajo costo y principalmente encuentran el lugar ideal donde pueden deliberar contaminantes de alto impacto, puesto que el país   no tiene una regularidad tan objetiva, estricta y cara en cuanto a contaminantes se refiere.

Tomando en cuenta un poco de historia, a partir de la década de 1960 algunas ciudades de la nación tuvieron serios cambios en la calidad del aire como consecuencia del desarrollo de las industrias y del crecimiento poblacional debido a que hubo emigraciones de los ciudadanos de los estados periféricos a las ciudades principales para encontrar mejores condiciones de vida. Originando de este modo el aumento en la demanda de transporte, cambio de uso de suelo  para asentamientos humanos, alimento, entre otros elementos.  En la actualidad la mala calidad del aire tiene efectos adversos en la salud, lo que resulta en problemas económicos y sociales de alto impacto.

¿Y que ha hecho el país para contrarrestar los efectos secundarios del desarrollo? Desde tratados internacionales por los grandes impactos ambientales, en México a partir de la de la década de 1970 se crearon las primeras bases de la legislación ambiental en la nación. La que hasta el día de hoy se ha convertido en un marco jurídico robusto con instituciones que la respaldan y la aplican. La ley base con respecto al ambiente es la Ley General de Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente y aquellas más especializadas en contaminación atmosférica se encuentra, el Reglamento en Materia de Prevención y control de la Contaminación Atmosférica y las Normas Oficiales Mexicanas (NOM) para el control de los niveles de emisiones de contaminantes a la atmosfera provenientes de fuentes determinadas.  Dentro de las instituciones que administran estas cuestiones se encuentra la SEMARNAT y la cual cuenta con la PROFEPA que se encarga de que la ley y los acuerdos se cumplan en realidad y no se haga un cuento chino de las mismas.

Pero, ¿Qué pasa en realidad? Estas normatividades siempre se ven administradas por personal inadecuado o corrompido por el valor monetario de lo material y el poder, lo cual es más valioso que las condiciones de vida de la sociedad en general. Por lo tanto, estos no se dan cuenta que la importancia del control de la contaminación atmosférica tiene que ver no solo con los daños directos que causa a la salud del ser humano o a la naturaleza en sí (flora, fauna, alteraciones al medio ambiente), sino también con los impactos negativos sobre la economía como resultado de las pérdidas derivadas de los  efectos directos e indirectos, así como por los gastos relacionados con la aplicación de medidas para controlar dicha polución. Pero debido a las barreras anteriores, las soluciones se quedan suspendidas en el aire como las partículas contaminantes, formando acumulados, que solo enferman a la sociedad, perdiendo la veracidad por un buen gobierno.

Empero, retomando el tema, porque no hablar de la Zona Metropolitana del Valle de México que alguna vez tuvo el primer lugar con mayor contaminación y que ahora ocupa el cuarto lugar con partículas suspendidas PM10[1]. Donde el transporte masivo es el principal motor contaminante del lugar, ya que hay un exceso de vehículos, tanto particulares como de carácter público. Y aunque haya métodos de control estos no son suficientes, porque al parecer a la población le conviene más respirar aire con poca calidad que llegar tarde al trabajo, escuela, actividades recreativas entre otros. Porque el tiempo es limitado  preciado para la productividad y conseguir el medio para cubrir las necesidades básicas; por lo tanto prefieren sacrificar la salud, debido a que el método de “hoy no circula” ha provocado que por lo menos cada familia tenga dos automóviles. Y el transporte público no es una alternativa viable por la mala calidad del servicio, pero aun así gran parte de la población lo utiliza porque no le queda de otra. Y la salud es un sacrificio que se cubrirá a largo plazo, al menos eso sucede a nivel nacional.

Entonces, México tiene las herramientas para la construcción de soluciones, pero no la voluntad de brindarlas. Porque detrás de ello, se encuentra mala administración gubernamental y de remate el monstruo de la corrupción.

Literatura consultada

Cárdenas Gonzáles, B., 2003. Tratamiento biológico de compuestos orgánicos volátiles de fuentes fijas, INE, México.
Centro Mario Molina, 2014, Políticas integrales para mejorar la calidad del aire en la ZMVM, Referencia [Internet]. Tomado de: < http://centromariomolina.org/politicas-integrales-para-mejorar-la-calidad-del-aire-en-la-zmvm/>. Consultado el 18 de junio del 2015.
SEMARNAT, 2013, Contaminación, Referencia [Internet]. Tomado de: <http://www.semarnat.gob.mx/archivosanteriores/informacionambiental/Documents/05_serie/yelmedioambiente/5_contaminacion_v08.pdf>. Consultado el 18 de junio 2015.


Realizado por: Ariadna Leonor Merlín Hernández

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